¡Cómo está la vida hoy!

Bueno, el 2030 está aquí y yo sigo sintiéndome igual de joven. El mundo sigue girando y, según algunos visionarios fallidos de los ochenta, seguimos sin utilizar ovnis como medio de transporte (recuerdo que era una teoría que circulaba cuando era pequeñito y que me llamó mucho la atención). Un dato de interés general: se nos ha pegado la silla al culo convirtiéndose en otra de nuestras extremidades, eso sí, da mucho juego a la imaginación. En cuanto a la comunicación, la realizamos a través de un implante electrónico cerebral (conocido como C.E.I., siglas inglesas). Debido a mi susceptibilidad se lo implanté a mi perro “JM” pero, desde que quebraron los ciberlocutorios, solo suelo ir a los parques. Las clases las da ahora JM, más cercano a la realidad del momento, más novedoso y original. En cuanto a mí, están a punto de jubilarme (jubilación anticipada) al estar afectado por una de las medidas que ha tomado el estado para salvar el sistema educativo. Aún así, he decidido hacerme profesor ambulante porque todavía queda alguna familia que, harta de tanta mediatización, se ha refugiado en alguna de esas aldeas castellanas despobladas.